Ahora, tenemos una idea de lo amplia e influyente que ha sido siempre la ingeniería; lo que da a los ingenieros un alto grado de responsabilidad sobre el manejo del entorno y los recursos disponibles, y de usar los conocimientos obtenidos de la manera correcta; pues una mala decisión o un proyecto mal planeado puede tener repercuciones desastrozas para una sociedad entera y sus futuras generaciones. Aquí es donde empieza a jugar la ética, el ingeniero busca en sus proyectos buscar mejoras para la calidad de vida de la sociedad en general; por eso se deben evaluar cuidadosamente todas las repercuciones e impactos negativos que puede significar llevar a cabo un proyecto, y se debe buscar llegar a un acuerdo con las partes afectadas. Por otro lado tanto los ingenieros como la sociedad tienen la responsabilidad de guíar sus conocimientos y herramientas por el camino del bien, es decir pensando en un bien colectivo a largo plazo como especie humana y como sociedad.
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